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LECTURA

¡AVE CÉSAR! ¿QUÉ LES PASA A LOS TUYOS?

 

Julio César llega con sus legiones al territorio galo donde le espera el astuto Astérix, sentado sobre una roca y sacando punta a un palito con su daga.

 

  • Ave Astérix, dice Julio César, rey de los galos. Vengo en nombre del Imperio Romano a decirte que, en adelante, tu pueblo y tú, seréis un pueblo conquistado para la gloria de Roma.

  • Vaya, vaya y vaya... dice Astérix. ¿Y con qué fuerzas piensas conquistarnos?

  • ¡Ja ja ja! Ríe Julio César, pues con todas estas legiones que me acompañan.

  • ¿A sí? ¿Y cuántos son?

  • ¿Cómo? ¿Acaso no sabes contar? ¡Por los dioses! Tengo 7 legiones de 5000 soldados cada una y, entre ellas tengo 120 soldados de caballería por legión y otras tropas técnicas a las que harías bien en temer... pero, dime galo, ¿Cuántos sois vosotros?

  • Pues... la verdad, dijo Astérix, la verdad es que no quiero asustarte con nuestras tropas, pero si esperas unos minutos, pronto lo sabrás.

  • Bien, dijo Julio César, esperaré el tiempo necesario, siempre que no sea mucho, ja ja.

  • No te preocupes, vuelvo en seguida.

     

    Astérix bebió una gota de la pócima que guardaba en su cantimplora y, en vez de dirigirse al poblado. Arremetió contra la primera centuria de romanos a los que pilló por sorpresa, y así, a golpes y mandobles, en pocos segundos estaban todos los romanos derrotados y en el suelo.

     

    Después, y antes de que la segunda centuria llegara hasta él, de un salto agarró a César por el cuello diciéndole así:

  • Cuídate romano de pisar mi poblado, porque si un solo galo ha derrotado a 100 de los tuyos, ¿cuántos romanos tendrán que luchar para derrotar a muchos de los míos?

     

    Astérix soltó al general romano y éste dio la orden de retirarse hacia el sur y montar el campamento. NO volverían a pelear hasta que se les pasara el susto.

    Mientras Astérix volvía al poblado con un gran número de preguntas en su cabeza.

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