UD . ASTÉRIX Y LA DIVISIÓN.

 

En el poblado galo, Astérix ya sabe sumar, restar y multiplicar. Conoce las tablas y se ha dado cuenta de que los números se le dan bien. - Todo era cuestión de conocerlos- piensa mientras pasea por las callejuelas entre cabañas de madera que expenden aromas a la hora de la comida.

 

De pronto, oye unos gritos que vienen de una de ellas y, al asomarse, descubre a su lugarteniente y amigo Obélix discutiendo con el pescadero del poblado. La discusión se basa en que Obélix ha comprado varios kilos de peces y quiere repartirlos a partes iguales entre sus amigos. Pero no hay bastantes kilos para todos, así que quiere saber cómo hacer el reparto de forma equitativa.

 

Astérix, que creía saberlo ya todo de las matemáticas, no acierta con la solución, de modo que corre a pedir ayuda a Panorámix.

 

El viejo druida, tras oir la cuestión, sonríe y tranquiliza a nuestro amigo diciéndole:

• Tranquilo Astérix. En mi juventud tuve la suerte de visitar Roma y también Grecia, que es un país que domina el arte de las matemáticas y, uno de sus habitantes, un alumno de un tal Pitágoras, antes de marcharse a Siracusa, me enseñó la solución a este problema y también a otros muchos que tendremos si los romanos siguen rondando por aquí.

• ¡Oh! Gracias amigo Panorámix. ¿Tienes a mano las hierbas para fabricar el brebaje que nos dé la solución? Si me dices cuáles son, iré a buscarlas inmediatamente.

• Para este problema no necesito hierbas ni brebajes, si no tu cerebro despierto y con ganas de aprender. El remedio se llama... La división.

   

   

  COMPRENSIÓN LECTORA:

  1- ¿Por qué crees que Astérix está satisfecho de sí mismo?

  2- ¿Se da por vencido Astérix cuando halla un problema que no puede resolver o pide ayuda?

  3- ¿Qué país ha visitado Panorámix en su juventud aparte de Roma?

  4- ¿Qué solución ofrece Panorámix a su amigo?